La noche de San Juan, el triunfo de la luz sobre la oscuridad.
La festividad de San Juan y sus tradiciones, como la venta de petardos, están relacionadas con el solsticio de verano, donde el Sol nos ofrece el día más largo del año, y a su vez la noche más corta.
A partir de este día, el resto de días se van haciendo más cortos hasta llegar el solsticio de invierno. Es por eso que las primeras civilizaciones ya encendían hogueras en la noche del solsticio, porque creían que el Sol no volvería a salir, y de este modo le daban fuerzas.
Esta tradición aún se mantiene en muchos países del norte de Europa y de Sud América. Pero cada región tiene unas costumbres determinadas para celebrar el San Juan, así como la
venta de petardos. Hay lugares donde se celebra la verbena el 23 de junio, y otros donde se celebra el 24, aunque la noche del solsticio acostumbra a ser el 20 o 12 de junio.
En España, cada comunidad tiene su manera de celebrar el San Juan, pero el elemento que todas tienen en común es el fuego. Se queman muñecos de trapo, monumentos de cartón o madera, se hacen hogueras, espectáculos con fuegos artificiales y se da la venta de petardos.
La noche de San Juan se considera una noche mágica capaz de conceder deseos, dar suerte o espantar a los malos espíritus, pero para ello se debe cumplir con la tradición.
Hay regiones donde es costumbre danzar alrededor de las hogueras, en otros lugares, para tener suerte, se debe saltar la hoguera un número concreto de veces. En algunas ciudades la gente escribe deseos en papeles que luego queman en la hoguera, y hay otros lugares donde la tradición es quemar lo malo. Pero sin duda, los más atrevidos son los que caminan por las cenizas aún candentes para tener suerte durante todo el año.
En Catalunya y Valencia la tradición es tirar petardos, y por eso hay muchos puntos de venta de petardos. Esa noche, el cielo en los Países Catalanes se ilumina de luces y colores hasta que el Sol vuelve a invadir el cielo con energía.